Siempre fui un niño con una capacidad ilimitada para la fantasía y desde muy temprano creció en mí un interés profundo por la interpretación. Me fascinaba ver cómo las personas podían encarnar distintos personajes de formas tan reales y soñaba con algún día poder hacer lo mismo que veía en el cine, en la tele o encima de un escenario (ya desde muy pequeño, mis padres me acercaron mucho a este mundo). Con muy pocos años, ya había algo en mi interior que quería ser “actor, director y guionista” (todo, todo, todo… jejeje) y siempre fue mi motivación y mi deseo.
Ese niño soñador fue creciendo y acercándose cada vez más al oficio del actor. Empecé en el colegio con clases de teatro, luego en la Escuela Valenciana del Actor y continué con mi formación en el Estudio Recabarren en Madrid, complementándolo con diversos cursos impartidos por distintos maestros a lo largo de los años.
Ahora, después de nueve años en Madrid, formaciones, proyectos, un grado en Derecho y un sinfín de experiencias, vivo por y para mi oficio y mi pasión, entregando cada momento y cada fibra de mi cuerpo a hacer lo que más feliz me hace: actuar.